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¡Toma nota! las bebidas azucaradas son más "peligrosas" que los alimentos dulces por esta razón

¡Toma nota! las bebidas azucaradas son más "peligrosas" que los alimentos dulces por esta razón

Un reciente estudio científico ha encendido las alarmas al demostrar que el consumo de azúcar a través de bebidas representa un riesgo mayor para la salud que cuando se ingiere mediante alimentos sólidos. La investigación, publicada en la revista BMJ, analizó el impacto metabólico de distintas fuentes de azúcar y concluyó que las bebidas azucaradas están estrechamente relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y obesidad.

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Según los investigadores, el principal problema con las bebidas azucaradas como refrescos, jugos procesados, bebidas energéticas y algunas aguas saborizadas, es la rapidez con la que el azúcar es absorbido por el cuerpo. Al estar en forma líquida, el azúcar entra casi de inmediato en el torrente sanguíneo, provocando picos bruscos de glucosa e insulina.

Esto contrasta con el azúcar presente en alimentos sólidos, que se digiere más lentamente, permitiendo que el cuerpo regule de forma más gradual la liberación de energía. Además, los alimentos sólidos, especialmente si contienen fibra o grasas, tienden a generar mayor saciedad, lo que evita el consumo excesivo.

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Los hallazgos del estudio

La investigación fue llevada a cabo por un equipo internacional de científicos que evaluó datos de más de 150 mil personas a lo largo de varios años. Los participantes fueron monitoreados en cuanto a su consumo de azúcar y su salud metabólica.

Los resultados mostraron que quienes consumían habitualmente bebidas con alto contenido de azúcar presentaban:

  • Mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.
  • Incremento en los niveles de triglicéridos y colesterol malo (LDL).
  • Aumento significativo en la probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad.
  • Una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Por el contrario, los consumidores de alimentos con azúcar natural (como frutas) o incluso procesada en cantidades moderadas no mostraron los mismos niveles de riesgo, siempre que su dieta fuese balanceada.

No todo el azúcar es igual

Los expertos subrayan que el problema no está únicamente en el azúcar en sí, sino en su forma de consumo. “Beber azúcar no es lo mismo que comerla”, advierte uno de los autores del estudio, el doctor Frank Hu, profesor de nutrición en la Universidad de Harvard. “Cuando la consumimos en líquidos, se metaboliza de forma más agresiva, lo que aumenta la carga para el páncreas y el hígado”.

Además, el azúcar en bebidas suele estar presente en grandes cantidades sin que el consumidor lo perciba. Una sola lata de refresco puede contener entre 30 y 40 gramos de azúcar, el equivalente a ocho o nueve cucharaditas, lo cual sobrepasa el límite diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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El estudio sugiere que, para reducir riesgos de salud a largo plazo, es fundamental limitar o eliminar el consumo regular de bebidas azucaradas. En su lugar, se recomienda optar por:

  • Agua natural o con infusión de frutas.
  • Té sin azúcar o endulzado con moderación.
  • Jugos naturales en porciones pequeñas y ocasionales.
  • Alimentos frescos y mínimamente procesados.

Los autores del informe también hicieron un llamado a los gobiernos para que refuercen las políticas de salud pública que desincentiven el consumo de estas bebidas, como etiquetados frontales, campañas educativas y posibles impuestos a productos con alto contenido de azúcar.

La investigación reafirma lo que muchos expertos en salud ya advertían: el azúcar en forma líquida representa una amenaza silenciosa y subestimada. Tomar conciencia sobre el impacto que tienen estas bebidas en la salud puede marcar una diferencia importante en la prevención de enfermedades crónicas en todo el mundo. El reto ahora es traducir estos hallazgos en hábitos más saludables y decisiones de consumo más informadas.

BB

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